El “riesgo imprevisible” es un concepto fundamental en los contratos celebrados con la Administración, ya que permite restablecer el equilibrio económico entre las partes en situaciones imprevistas. Este concepto se refiere a aquellos eventos o circunstancias que no pueden ser anticipados ni controlados por ninguna de las partes al momento de la firma del contrato.
En un contrato con la Administración, ambas partes asumen ciertos riesgos. Sin embargo, debido a la naturaleza de las actividades y proyectos que involucra la Administración, existen situaciones imprevisibles que pueden afectar el cumplimiento del contrato. Estos eventos pueden incluir cambios en la legislación, fluctuaciones económicas, desastres naturales u otras circunstancias que están fuera del control de las partes.
Cuando se produce un evento imprevisible que afecta el cumplimiento del contrato, el concepto de “riesgo imprevisible” permite restablecer el equilibrio económico entre las partes. Esto significa que se busca compensar a la parte afectada por los costos adicionales o pérdidas incurridas debido a dicho evento.
Es importante destacar que el “riesgo imprevisible” no exime a ninguna de las partes de sus obligaciones contractuales, pero sí permite una revisión de las condiciones económicas del contrato. Para que se aplique este concepto, es necesario demostrar que el evento en cuestión era verdaderamente imprevisible y que ha tenido un impacto significativo en el cumplimiento del contrato.
En conclusión, el concepto de “riesgo imprevisible” es una herramienta importante en los contratos con la Administración, ya que permite restablecer el equilibrio económico entre las partes en situaciones imprevistas. Aunque no exime de las obligaciones contractuales, ofrece una forma de compensación para aquellos eventos que están fuera del control de las partes.
